domingo, 20 de mayo de 2012

Cooperativas autogestionadas y empresas recuperadas. Líneas de fundamentación para políticas de fondo para el sector


Políticas de fondo para el sector:
Nos parece importante como fundamento a promover las políticas de fondo dos ejes
1- el reconocimiento como sujeto al trabajador auto gestionado tanto del punto de vista legal como económico
2-la construcción de una legislación que priorice  a las ERT  Y COOP como unidades productivas , donde nos permita salir de la marginalidad en general.
-         Compre del Estado:
Sólo el 8,6 % de las cooperativas le vende al Estado. (Datos Facultad Abierta). Es necesario impulsar que:
1) ante licitaciones se facilite el acceso a autogestionadas a los pliegos, esto implicaría reducir las trabas burocráticas y económicas para poder entrar en la licitación.
2) establecer prioridad a las autogestionadas en las licitaciones (en la formulación del proyecto “INCORPORACIÓN DE LAS EMPRESAS RECUPERADAS, SOCIEDADES COOPERATIVAS Y SOCIEDADES LABORALES AL REGIMEN DE COMPRAS DEL ESTADO NACIONAL Y CONCESIONARIOS DE SERVICIOS PUBLICOS, LLAMADO “COMPRE TRABAJO ARGENTINO” E INTRODUCCION DE OTRAS MODIFICACIONES A LA LEY 25.551” se presenta así: “Se otorgará la preferencia establecida en el artículo 1º a las ofertas de bienes de origen nacional cuando en las mismas, para idénticas o similares prestaciones, en condiciones de pago contado, su precio sea igual o inferior al de los bienes ofrecidos que no sean de origen nacional, incrementados hasta un siete por ciento (7 %), cuando dichas ofertas sean realizadas por:
a) Las empresas calificadas como PyMEs;
b) Las empresas y fábricas recuperadas en el ámbito de la República Argentina, declaradas de utilidad pública en el marco del régimen legal vigente de su jurisdicción
c) Las cooperativas;
d) Las sociedades laborales creadas en el marco del Decreto del P.E.N. 1406/2001
La misma preferencia se otorgará cuando las ofertas sean realizadas por otras empresas y su precio sea igual o inferior al de los bienes ofrecidos que no sean de origen nacional, incrementados hasta un cinco por ciento (5%).
Cuando hubiese concurrencia de ofertas, tendrán preferencia las realizadas por las empresas descriptas en los incisos a), b), c) y d) por sobre las ofertas realizadas por otras empresas.”
3) Las compras que no superen determinado monto y que puedan salir con un trámite administrativo y sin licitación que se hagan a cooperativas autogestionadas en un mayor porcentaje que el actual (que por cierto es ínfimo).
4) Para el punto anterior que el Estado (nacional, provincial, municipal) tenga un registro de autogestionadas que pueden ser proveedoras, donde se consigne tipo de productos que se elaboran y servicios que brindan y, por otro lado, precios estimados.
5) Establecer algún régimen de contralor en el manejo de licitaciones en las que participan las autogestionadas, que permita a los trabajadores de estas fiscalizar el proceso de compras del Estado

-         Expropiación de las unidades productivas
Situación actual:
Mientras que el informe del 2005 concluía que “…hasta el momento sigue siendo mayor la cantidad de ERT que no han obtenido expropiación, y estas, en la totalidad de los casos, son temporarias”; los datos actuales demuestran que el 63% de las ERT encuestadas obtuvieron la expropiación a favor de la cooperativa, y que el 19% de estas expropiaciones aparece como “definitivas”. El entrecomillado de la expropiación definitiva refiere a la confusa situación de las ERT de la Ciudad de Buenos Aires que se encuentran bajo la ley 1529/04, que se presenta bajo esa modalidad y que en su absoluta mayoría no ha avanzado en lo más mínimo sobre ese supuesto carácter definitivo de la expropiación. Sancionada durante el gobierno de Aníbal Ibarra, la ley pasó el final de su mandato, el provisional de Jorge Telerman y lo que lleva el de Mauricio Macri sin que fuera reglamentada ni mucho menos fuera pagado por el Poder Ejecutivo de la Ciudad el monto de las indemnizaciones correspondientes. Por lo tanto, ese estatuto “definitivo” adolece de la misma precariedad que las otras expropiaciones, llamadas temporarias. La excepción pareciera ser el caso de Zanón en la provincia de Neuquén, donde se votó en 2009 una ley de expropiación que contempla el pago en 20 años de la expropiación por la cooperativa. En cuanto a las temporarias, la situación también es confusa, especialmente en la Provincia de Buenos Aires, donde la ausencia de pago, al igual que en la Ciudad, convierte en reversibles a las leyes por el mecanismo llamado de “expropiación inversa”, mediante el que antiguos dueños o acreedores reclaman frente al no pago de las obligaciones por parte del Estado.
En el gráfico 10 podemos observar esta diversidad de situaciones legales con respecto a la propiedad. Es destacable que, además de los casos de expropiación a favor de la cooperativa (sumando temporarias y “definitivas”), hay casi un 5% que permanece bajo ocupación (es decir, sin ningún tipo de resolución legal) y un 10% que logró algún tipo de acuerdo, tanto con el juzgado de la quiebra como con la antigua patronal.


Gráfico 10. Estado legal de la empresa con respecto a la propiedad (en %). Base:
Muestra ERT. N: 85.
Excluyendo a los casos donde hubo una compra (un escaso 2%) y donde hubo acuerdos que no hicieron necesario el recurso, las alternativas de expropiación se distribuyen como lo indica el gráfico 11:


Gráfico 11. Situación con respecto a la expropiación (en %). Base: Muestra ERT.
N: 85.
Volviendo a las particularidades de las leyes de expropiación, en la mayoría de los casos, por su parte, las leyes contemplan la expropiación de inmuebles y maquinarias, y en un notable 38% se expropió también el uso de la marca. Sólo en un 22% se incluyó la materia prima que hubiera quedado en las instalaciones para ser usadas por la cooperativa.
Otro dato a tener en cuenta es en qué momento se obtuvieron las expropiaciones, como se ve en el gráfico 12. Es notorio que entre los años 2002 a 2004 figuran el 45,76%; y entre el 2005 al 2007 el 28,81%. Para el período posterior al año 2007 sólo se registra un 6,7% (equivalente a 4 casos de la muestra de 85) aunque comenzaron su actividad el 11% de las ERT hoy en funcionamiento. (…) se observa que muchas de las leyes de expropiación sancionadas entre 2005 y 2007 corresponden a empresas recuperadas surgidas en el período inmediatamente anterior, habiendo un desfasaje entre las respectivas curvas que se corresponde con el tiempo que, por lo general, demoran los trabajadores en conseguir la sanción de sus leyes de expropiación (entre algunos meses y varios años) (Del informe Facultad Abierta FFyL UBA)

 “Ley nacional de expropiación de empresas recuperadas: Uno de los principales problemas que enfrentan las cooperativas es el acceso a una forma de tenencia definitiva de la unidad productiva. Una demanda de los movimientos de empresas recuperadas es la necesidad de una ley nacional de expropiación de las unidades productivas. Una alternativa sería una ley que regule la posibilidad de expropiación por parte del Estado de empresas fallidas o declaradas en lock out patronal, con la petición de sus trabajadores organizados bajo la forma cooperativa. El Estado expropiaría la empresa y la entregaría en comodato a los trabajadores, para que a partir de un plan de pagos a largo plazo accedan a su propiedad. Un elemento importante es que los trabajadores puedan computar sus acreencias laborales como parte de pago de las unidades productivas, ya que muchas veces, junto al Estado, son los principales acreedores de la empresa fallida. Las cooperativas deberían comprometerse a cambio, a realizar transferencias (económicas, culturales, educativas) de algún tipo a la comunidad próxima a su localización espacial, así como otorgar prioridad a los vecinos en el caso de requerir nuevos trabajadores. De este modo se fomentaría el carácter abierto y social de las unidades productivas” (Rebón, Salgado)

1) Expropiación definitiva de las unidades productivas recuperadas por sus trabajadores

2) Celeridad en el proceso de expropiación (mecanismo regulatorio que permita agilizar el proceso)

3) Rechazar el veto a las leyes de expropiación de Macri (Jefe de Gob de la Ciudad) y Scioli (Gobernador de Buenos Aires)

4) Otros puntos pueden plantearse en términos de cambios en la legislación (en línea con la modificación de la ley de quiebras del 2011) profundizando los cambios y planteando una ley nacional de expropiación.

Disposición de bienes y servicios para las unidades productivas, partiendo de un censo en relación a lo referido a bienes inmuebles como infraestructuras instaladas en los cordones industriales en la principales ciudades , como hacia también de bienes muebles que el estado dispone de confiscaciones e infracciones.
-         Capacitación y asistencia técnica
• Apoyo tecnológico y de gestión: Conformar entes mixtos entre cooperativas, gobierno, institutos tecnológicos y universidades con el objeto de aportar en el mejoramiento tecnológico y de gestión de las unidades productivas.

Si desglosamos a qué estamos denominando apoyos públicos, o en qué acciones podemos diferenciar esta política pública hacia las ERT, encontramos la preponderancia absoluta de los subsidios. El 85% declaró haber recibido algún tipo de subsidios, y sólo el 19% de las acciones de apoyo a las ERT se dedicó a actividades de capacitación, un 18% a asesoramiento legal y un 14% se dio en planes sociales, por lo general en los momentos más críticos de la ocupación y el comienzo de la actividad productiva. Un no despreciable 32% se dispersó en otro tipo de acciones heterogéneas, entre las que encontramos apoyo político, contactos con clientes, entrega de bolsones de comida, apoyo en los primeros momentos con donaciones, etc., la mayoría desde los niveles municipales o provinciales.

Gráfico 30. Tipo de apoyo recibido por parte del Estado (en %). Base: Muestra ERT que han recibido ayuda del Estado en cualquier nivel. N: 72. Nota: Respuestas múltiples, total más de 100%.
1) Creación de instancias de capacitación y asistencia técnica estatales en: administración, comercialización, proceso de trabajo, normas de calidad. Esto implicaría no solo formar a los trabajadores para que lo hagan sino contar con equipos especializados que realicen estudios y recomendaciones que se entregue a la unidad productiva.
2) Vinculación con universidades e institutos tecnológicos para la generación de innovaciones tecnológicas que contribuyan a obtener saltos cualitativos en el proceso de producción.
2) Para el diseño de planes de capacitación y asistencia técnica creación de un consejo conformado por trabajadores del sector de cooperativas autogestionadas, representantes de universidades y representantes del Estado.
-         Subsidios (PTA) para el trabajador y para la capitalización de la unidad productiva
El planteo principal sería que estamos de acuerdo con que los subsidios al trabajador autogestionado vayan disminuyendo en relación con otros tipos de apoyo estatal. Hoy por hoy son el principal modo de apoyo. El tema es que esta disminución vaya dándose porque la unidad productiva logre niveles de producción y comercialización que alcancen al 100 % de su capacidad productiva. Este crecimiento permitiría obtener mejores retiros para los trabajadores.
Los subsidios tanto directos como indirectos al capital son una constante en nuestro actual patrón de acumulación. En general el Estado direcciona recursos para contribuir a asegurar las mejores condiciones de acumulación de capital para las grandes empresas.
“Ya en los años 90, con un terrible costo de miseria para millones de trabajadores, aprendimos que era verso eso de que aceptemos perder un ingreso permanente mensual a cambio de una plata toda junta por única vez, sencillamente porque la selva del mercado es totalmente  hostil para la supervivencia de muchísimas cooperativas frente a la competencia desigual con los grandes empresarios, quienes sí tienen todo tipo de subsidios permanentes y no se arrepienten de eso (entre varios otros, el subsidio REPRO, también de $600 por cada trabajador), y quienes lógicamente, lejos de aceptar la quita de cualquiera de esos subsidios, reclaman  todo el tiempo por más.
¿No nos merecemos nosotros también acercarnos a un sueldo igual a la canasta familiar, actualmente en un valor de $ 5500 según las estadísticas de la CTA? La inmensa mayoría de nuestras cooperativas está todavía lejos de salir de la precariedad laboral. Es claramente mentira que con un subsidio de capitalización por única vez para las cooperativas, que tampoco es tanto dinero sino que representa apenas un 83% de lo que recibíamos durante un año con la línea 1, sea posible incrementar la producción para acercarnos a aquel ingreso mensual.
La línea 1 le insume al Estado aproximadamente unos 140 millones de pesos por año. El gobierno subsidia a los empresarios del transporte con 14700 millones de pesos por año, todos los años. El REPRO, para las empresas privadas que se declaran en crisis, insume unos 1030 millones de pesos por año, todos los años”. (Respuesta a CNCT)
Si existiera una política integral unificada y con coherencia, que reconozca a las cooperativas autogestionadas como un sector de la economía y no meros paliativos que forman parte de una política social de contención, los subsidios para la compensación del ingreso serían cada vez menos necesarios y sólo serían necesarios en caso de necesitar una renovación tecnológica y otros tipos de inversiones en equipamiento e infraestructura.
Actualmente los subsidios son circunstanciales y fragmentarios. Muchas veces depende de los propios trabajadores buscar la vuelta para poder acceder a ellos (del Informe de Facultad Abierta)
Los montos de los subsidios son de magnitudes muy pequeñas comparados con los destinados a otros sectores de la economía.
“(…) no es posible dar a las ERT los beneficios que se dan a otros sectores de la economía porque no cumplen con las pautas legales, pero no pueden  cumplir con esos requisitos porque no se contempla su situación particular ni se toman acciones para corregir la precariedad jurídica en que se encuentran. Las recuperadas no pueden acceder a los créditos que sí benefician a empresas tradicionales y los subsidios que se le otorgan suelen ser de montos que a veces están casi en el nivel de las microfinanzas, reforzándose así la espiral de dificultades productivas y laborales que están en su mismo origen y fuera de la responsabilidad de sus integrantes, en abierto contraste con los importantes subsidios que muchas grandes empresas reciben. De esta forma, gran cantidad de ERT son condenadas por acción u omisión a mantenerse en un umbral de subsistencia. El origen de esta falta de presencia de las empresas recuperadas a nivel de la política económica es, entre otras cosas, la matriz de pensamiento, formada en algunos medios académicos, que considera a las ERT un problema de política social, sin relación con la política económica. De esta forma, no pueden entrar a ninguno de los planes de promoción para PYMES u otro tipo de empresa, y al ser tomadas como conflictos laborales o sociales, sin ver su dimensión como unidades económicas y productivas, se ven confinadas al campo, real o imaginario, de la “economía social”. De esta manera, los organismos que las atienden no tienen como objeto el fortalecimiento del sector autogestionada en tanto sector de la economía, sino a solucionar o paliar el problema de la falta de trabajo (MTEySS), a morigerar las consecuencias sociales de la desocupación que los lleva a la recuperación (el Ministerio de Desarrollo Social) o a sostenerlas en tanto cooperativas (INAES).
Reforzando esa idea volvemos a remarcar lo mencionado en el capítulo 4, donde queda claro que el grueso de las ERT que hizo inversiones en compra o mejoramiento de maquinarias e instalaciones lo hizo al margen de la recepción de subsidios o, en un 20%, combinando subsidios con inversión propia, demostrando que a pesar de haber alcanzado a más del 85% de las ERT, la obtención de subsidios estatales está bien lejos de ser su principal sostén. Sin embargo, una política más consistente e integral ayudaría a consolidar a las empresas autogestionadas y haría más sencillos algunos de los enormes desafíos que los trabajadores vienen resolviendo por sí solos.”(Informe Facultad Abierta)

-         Créditos blandos (Banco de fomento cooperativo)
-         Relevamiento de infraestructura ociosa
-         Eliminación de trabas burocráticas
-         Exención impositiva (agua, luz, gas)
-         Cargas sociales asumidas por el Estado (en los primeros dos años de vida de la cooperativa) obra social, aportes jubilatorios, seguro de vida. Ver aquí la relación con los sindicatos.
“En este sentido, de especial interés es el tema de las incipientes relaciones entre los trabajadores de las empresas recuperadas y las Obras Sociales de los sindicatos que prestan servicios de salud a sus afiliados, favoreciendo así las relaciones orgánicas entre sectores de los trabajadores de las empresas recuperadas y esos sindicatos. Como caso testigo, es positivo que la Unión Obrera Metalúrgica preste, a través de algunas seccionales, servicios de salud a trabajadoras y trabajadores de  empresas metalúrgicas recuperadas. A pesar de esto, resulta evidente la dificultad que tienen los sindicatos para adaptarse a las necesidades de los trabajadores de las empresas recuperadas en materia de salud.” Julio Godio, Director del Instituto del Mundo del Trabajo, 20/01/04
“En la actualidad las cooperativas se regulan a partir de la Ley N°20337/73, que tuvo como objetivo reglamentar el creciente movimiento cooperativo y que estuvo pensada para las organizaciones cooperativas en general, es decir, no es una ley que contemple las particularidades de la organización colectiva del trabajo. El acceso a la seguridad social de los trabajadores de las cooperativas de trabajo, entonces, se reglamenta a través de dos resoluciones: la N°183/92 INAC, que establece que es la propia cooperativa de trabajo la que debe garantizar el acceso a la seguridad social de sus asociados, y la Resolución 784/92 de la ANSES, que determina que como los asociados de las cooperativas de trabajo no revisten la calidad de dependientes de la misma deben ser considerados como trabajadores autónomos. Es decir, los trabajadores de las empresas recuperadas que se organizan como cooperativas de trabajo para acceder a los beneficios de la seguridad social deben enmarcarse en el régimen del monotributo. El monotributo es un régimen tributario integrado y simplificado que unifica en un solo pago mensual las obligaciones impositivas (IVA e impuesto a las ganancias) y provisionales (obra social y jubilaciones). A través de la Resolución N°619/99 de la AFIP se permite adherir a este régimen a los socios de cooperativas de trabajo. Sin embargo, con el pago del monotributo los trabajadores (no sólo los de las empresas recuperadas sino todos los que se enmarcan en esta figura tributaria) no tienen acceso a todos los beneficios del sistema único de la seguridad social29, al que sí acceden los trabajadores en relación de dependencia.
Asignaciones familiares y  otros beneficios
A través del pago del monotributo, cada trabajador accede sólo a dos de los cinco componentes de la seguridad social: jubilación y obra social. El pago del monotributo tampoco les da acceso al régimen de asignaciones familiares (que contempla las asignaciones por casamiento, nacimiento o adopción, ayuda escolar anual y mensualmente la asignación familiar por hijo) ni al beneficio de la Asignación Universal por Hijo, a la que sólo acceden quienes estén incluidos en el monotributo social. Actualmente está en discusión si se va a permitir el acceso a los monotributistas de las categorías más bajas, pero al momento de la redacción de este informe todavía no han sido incluidos en este beneficio.
Es importante destacar que los trabajadores de las empresas recuperadas vienen reclamando ser incluidos en el cobro de este beneficio.30
Jubilación
Con respecto al acceso al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA)31 de los trabajadores de las ERT es importante destacar que en el 85% de las empresas recuperadas encuestadas hay trabajadores jubilados o en edad de jubilarse. Si se tienen en cuenta las razones ya analizadas que llevaron a la recuperación de estas empresas, es de esperar que durante los últimos años bajo la gestión patronal los aportes jubilatorios efectuados fueran nulos o, en muchos casos, realizados bajo categorías inferiores a la que realmente pertenecían los trabajadores. Bajo estas condiciones, a muchos trabajadores no les fueron aportados los porcentajes correspondientes a la totalidad de los años trabajados, y por esto muchos de quienes han alcanzado la edad jubilatoria no cuentan con la cantidad necesaria de años aportados. Por otro lado, una vez conformada la cooperativa no tuvieron más opción que contribuir al régimen de autónomos, con lo que cual perdieron la categoría que tenían como trabajadores en relación de dependencia. Como consecuencia de esto, una vez jubilados la remuneración a percibir será más baja que la que le hubiera correspondido y, por lo general, será la mínima.
Este panorama contribuye a que algunos miembros de ERT con edad de jubilarse o ya jubilados se vean obligados a seguir trabajando. Si bien esta situación puede ocasionar serios problemas, es importante recordar que estos trabajadores de edad avanzada fueron parte del proceso de recuperación y sostuvieron los duros momentos del inicio. También se debe remarcar que estos trabajadores cuentan con una amplia experiencia que no debería dejarse de lado por el simple hecho de alcanzar la edad jubilatoria. De acuerdo a los datos relevados, un 70% de estos trabajadores siguen desempeñando las mismas funciones, en algunos casos trabajando menos horas, y un 22% se dedica a tareas más livianas. No obstante, la existencia de trabajadores jubilados o en edad de jubilarse (sobre todo si el porcentaje existente en una determinada ERT es alto) puede generar algunas dificultades tanto a nivel productivo como legal. Por un lado, un trabajador de edad avanzada no produce al mismo ritmo que uno más joven. En estos casos los trabajadores jóvenes deben trabajar más para compensar el déficit que se genera por la disparidad en los ritmos de producción. Por otro lado, es difícil que los mayores de 65 accedan a alguna cobertura contra accidentes de trabajo, ya que las aseguradoras imponen mayores trabas –sobre todo económicas– para asegurarlos lo que les impide, en algunos casos, seguir desempeñándose en áreas que impliquen mucho riesgo.
Seguro de Riesgos de Trabajo
Esto es así porque el vacío legal en el que se ven inmersas las ERT no les permite acceder a la contratación de una ART como lo haría cualquier otra empresa. La ley Nº24.557 de Riesgo del Trabajo establece que son los empleadores los que deben contratar el seguro. Ahora bien, como ya dijimos, el vínculo que existe entre los trabajadores socios y la cooperativa es de carácter asociativo, por lo que no existe relación de dependencia laboral, la única condición que se necesita para la contratación de una ART. En lo referente a los denominados riesgos de trabajo tanto los trabajadores mismos como las
ERT en tanto unidades productivas se ven perjudicadas y quedan en clara desventaja frente los asalariados y las empresas capitalistas tradicionales. En principio, el Sistema de Riesgos de Trabajo sólo protege a los trabajadores en relación de dependencia. Los trabajadores “autónomos” sólo pueden acceder a algún tipo de seguro por su propia cuenta. Si la ERT, en tanto colectivo autogestionado, toma la decisión de asegurar a cada uno de sus trabajadores, la única opción que tiene es recurrir a la contratación de algún tipo de seguros contra accidentes personales, los cuales implican costos más elevados y menos beneficios para la unidad productiva que los que ofrece una ART. Si bien el Sistema de Riesgos de Trabajo desde sus inicios se ha demostrado ineficiente32, en tanto que no ha logrado los resultados esperados para reducir los accidentes y enfermedades laborales, aún así le reporta a los empleadores ciertos beneficios que las ERT no pueden obtener. El más significativo de estos beneficios, y que acarrea serios problemas para las empresas recuperadas, es el de los salarios caídos. Los empleadores que tienen trabajadores asegurados por una ART pueden contratar un reemplazo a costa de la aseguradora cuando uno de esos trabajadores debe ausentarse a causa de una enfermedad profesional o un accidente laboral, mientras éste sigue percibiendo su salario.
En cambio en las ERT, cuando un trabajador debe abandonar su puesto por razones de salud, como los seguros personales no incluyen la cobertura de salarios caídos, el resto de los trabajadores debe redistribuir el trabajo para evitar una baja en la productividad, reducir el retiro del conjunto o bien usar parte de sus excedentes para poder contratar temporariamente a un sustituto hasta que el trabajador enfermo o accidentado puede reincorporarse.
La incorporación de los trabajadores autónomos a este sistema está mencionada en la Ley de Riesgo de Trabajo pero todavía no está reglamentada, lo que agrega confusión y genera un vacío aún mayor respecto de la formas de inclusión de las cooperativas de trabajo en general, y de las empresas recuperadas en particular, dentro de este componente del sistema de seguridad social.
Cobertura de salud
Finalmente, el otro componente de la seguridad social al que acceden a través del monotributo es al sistema nacional de seguros de salud (cobertura médica).
Es importante destacar que un 29% de las empresas relevadas tienen acceso a la cobertura médica a través de las obras sociales sindicales, conservando los mismos derechos en la cobertura que los que tenían cuando estaban bajo patrón.
Por otro lado, el tipo de cobertura a la que se accede a través del monotributo es el denominado PMO (Programa Médico Obligatorio), el cual se reduce a unas mínimas prestaciones básicas, razón por la cual se ven obligados a abonar una suma adicional para acceder a los servicios médicos no incluidos en él. El pago del monotributo sólo le da cobertura al titular y para incluir al grupo familiar se debe abonar un recargo por cada integrante de la familia al que se quiera dar cobertura.” (Informe Facultad Abierta)
-         Formación en cooperativismo
-         Políticas de comercialización: difusión de los productos, promoción
-      Incorporación de trabajadores

Fondo de resguardo para los trabajadores en épocas de crisis (algo así como un seguro de crisis) Esto para evitar que se tomen trabajadores en relación de dependencia y luego haya que despedirlos “Si en épocas de crecimiento piensan en ampliar el número de trabajadores, cuando sus ventas decaen o su mercado se achica no pueden aplicar la clásica receta de los privados y despedir gente. Les queda el recurso de que cada socio se lleve menos dinero a su casa a fin de mes, pero esto pone en crisis a la cooperativa. En algunos casos, hay cooperativas que decidieron colectivamente hacer suspensiones rotativas. Como sea, hay un panorama que vuelve muy complejo para las recuperadas tomar la decisión de agregar puestos de empleo.” (tomá mate y avivate, pág web)
PARA ARMAR LA FUNDAMENTACIÓN DE LAS PROPUESTAS.
- Orígenes del sector.
Más allá de sus antecedentes más lejanos cooperativismo en Argentina, marcar la particularidad de la historia reciente en la conformación de este actor de la economía: la particularidad de las ERT y coop. Autogestionadas es que se desarrollan con fuerza en el marco de una crisis de proporciones enormes en la Argentina. Es una respuesta de los trabajadores ante el crecimiento del desempleo y una política económica centrada en la acumulación de capital especulativo – financiero (los 90).
“Los principales pilares de este modelo fueron la Ley de Convertibilidad, un amplio proceso de privatizaciones, la desregulación económica y una significativa apertura de la economía.
La apertura económica y el retraso cambiario determinaron un profundo proceso de reestructuración productiva que afectó en forma heterogénea a los diferentes sectores industriales, de servicios y agropecuarios. Por un lado, la apertura de la economía y el tipo de cambio, hicieron imposible que muchas empresas se mantuvieran en el mercado por la competencia externa. Otras empresas, en cambio, procuraron modernizar los procesos productivos a través de la incorporación de tecnología y de nuevos procesos de organización del trabajo, reduciendo el uso del factor trabajo para enfrentar la competencia externa. Consecuentemente se incrementaron vertiginosamente las importaciones, en particular las correspondientes a bienes de capital.” Julio Godio, Director del Instituto del Mundo del Trabajo, 20/01/04

- Resguardo de capacidad productiva, contra la política de vaciamiento y desinversión de los empresarios.
- Capacidad de generar empleo y estabilidad / sustentabilidad de los proyectos
Según el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), en la actualidad existen unas 240 empresas gestionadas por 25 mil trabajadores aproximadamente
El tercer relevamiento nacional realizado por el Programa Facultad Abierta de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA) sobre las empresas recuperadas echa luz para delimitar con números la envergadura y las características del fenómeno. El estudio contabilizó la existencia de 205 empresas recuperadas que ocupan a 9362 trabajadores. La cifra refleja la dinámica de ese proceso socioeconómico laboral si se lo compara con las 161 empresas y 6900 trabajadores relevados en 2004. Un fuerte indicador sobre su vigencia como herramienta frente a la crisis empresaria, aun en un contexto de auge económico, es que del total un 10 por ciento se inició entre 2005 y 2007 y otro tanto con posterioridad. Autogestión Por Esteban Magnani
- Importancia para el desarrollo de economías regionales.

 “las recuperadas se muestran como una realidad consolidada y vital. De las 128 estimadas como existentes en el 2003, pasaron a 161 en el 2004 y a 205 en la actualidad. Aunque la mayoría están ubicadas en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, en los últimos años el crecimiento se hizo más notable en el interior del país. El relevamiento señala que la crisis internacional generó una nueva camada de recuperadas, pero que en general lo que se ve es un flujo estable de nuevas recuperaciones.” (toma mate y avivate, pág web)

También hubo una extensión geográfica del fenómeno. Esto se explica en que las recuperadas del interior comenzaron a influir en las legislaturas locales: las primeras expropiaciones de Santa Fe, una de las provincias con más casos, se dieron en 2004. También a que “desde el 2007 el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires abandonó el apoyo a las ERT, además de que las expropiaciones en la provincia de Buenos Aires se hicieron más difíciles y trabajosas”, evalúa Ruggeri. La distribución de las ERT en el interior resulta desigual y no está vinculado al grado de desarrollo industrial: Santa Fe triplica a Córdoba en cantidad de casos pese a tener desarrollos industriales semejantes, mientras que Entre Ríos iguala a la primera. Lo determinante, deduce el informe, es el rol de las organizaciones de los trabajadores, sobre todo los sindicatos, en el apoyo durante la larga etapa de lucha.

- Capacidad de ocupar personas de difícil acceso al mercado de trabajo
Presencia mayoritaria de trabajadores mayores de 40 años (por la imposibilidad de insertarse nuevamente en el mercado de trabajo)
- Las recuperadas y proyectos autogestionados no son cualquier tipo de resistencia a la desocupación, implica una pelea de los trabajadores por conservar estabilidad, ser parte de la economía formal y resguardar sus atributos productivos.

En suma, vemos una situación diferencial en cuanto a la capacidad de realizar la reproducción social como trabajadores estables. No obstante, en líneas generales, la recuperación ha sido exitosa en revertir la pauperización23 (23 Sólo en una ínfima minoría de empresas la retribución media en 2006 no alcanzaba a superar el costo de una canasta básica de productos para una familia tipo.), y en menor medida la precarización laboral de sus socios. Además, aun en la heterogeneidad de trayectorias resultantes, el enriquecimiento en formación y actividades laborales y políticas, sus mayores niveles de articulación con otras identidades sociales, y centralmente los nuevos grados de libertad en el trabajo, representan mejoras en su condición de vida que tienden a atravesar, con diferentes gradientes, a toda la experiencia. Por otra parte, la atenuación o desaparición de criterios diferenciales de retribución -al menos entre los socios- hace que aquellos trabajadores ocupados en puestos de trabajo menos calificados vean disminuir el riesgo de percibir ingresos que no superen el umbral de la pobreza o de la indigencia.
En primer lugar, quisiéramos disociarnos del señalamiento que afirma que el proceso expresa una “lógica de supervivencia”. Como ya señalamos en trabajos precedentes (Rebón: 2007), no se trata de “sobrevivir” de cualquier modo, sino de una forma particular de satisfacer sus necesidades sociales. Se pretende satisfacer las mismas a partir de la actividad como trabajador, personificando un oficio o un espacio ocupacional, y una relación con una localización productiva concreta. En el sentido mentado de los actores la recuperación aparecía como una forma de evitar tener que “vivir de los planes sociales”, el “cartoneo” o el “robo”. No se buscaba sobrevivir a secas, sino reproducir una identidad social aunque para hacerlo debieran transformar el carácter de su relación laboral dejando de ser asalariados
(Rebón y Salgado)

- Iniciativa de los trabajadores para aumentar el uso de la capacidad instalada y la renovación tecnológica de las empresas

Si bien los relevamientos de 2002 y 2004 indicaban que con el paso del tiempo había un aumento significativo de la utilización de la capacidad instalada, el último indica un freno. Un 60 por ciento de las recuperadas tiene entre 20 y 60 por ciento de aprovechamiento de su capacidad, mientras que sólo 7 por ciento utiliza más del 80 por ciento. La explicación de los investigadores de la facultad es que los trabajadores tienen dificultad de reinsertarse en el mercado (52 por ciento), contra los estudios anteriores que indicaban como principal obstáculo la falta de materia prima y el estado de las maquinarias. En este sentido, un 70 por ciento de las cooperativas aseguraron contar con maquinaria en buen estado y un 59 por ciento invirtió en mejorarla o en incorporar nueva. El 60 por ciento de las cooperativas lo hicieron con ahorro propio. La incertidumbre legal actúa como freno para seguir invirtiendo.

- Ejercicio de una forma alternativa de gestión de la producción, relaciones democráticas contra el mando despótico del capitalista

Una cuestión no menor de las ERT es la forma en la que se toman las decisiones, su rasgo distintivo cuando se lo compara con las empresas tradicionales. El 88 por ciento asegura que mantiene asambleas regularmente. El 44 por ciento tiene una asamblea por semana y otro 35, al menos una vez por mes. Esta horizontalidad también se ve reflejada en los ingresos: en aquellas en las que todos trabajan la misma cantidad de horas, el 73 por ciento se lleva el mismo “retiro” (equivalente a un salario en una cooperativa). En los casos en los que no cobran lo mismo, un 33 por ciento lo explica por las diferencias en el tipo de tarea y un 30 por ciento por la cantidad de horas trabajo.

- Vínculos con la comunidad y legitimidad de la lucha del sector
Defensa comunitaria de las unidades productivas, más allá de los trabajadores de las fábricas y empresas, otros sectores que intervienen en la defensa de las unidades productivas. Legitimidad del reclamo “De hecho, esta medida se consigue en base a un proceso de amplia movilización pública, donde es fundamental la presencia de asambleas barriales, organización de desocupados, sindicatos disidentes y partidos de izquierda junto a la comunidad próxima a las fábricas. Su logro, podemos afirmar, muestra el grado de legitimidad pública sobre la reivindicación de recuperación. En el poder legislativo, ejecutivo e incluso en la opinión pública reflejada en los medios de comunicación masivos son escasas las voces contrarias a ella”. Javier Ghibaudi (IPPUR-URFJ)
Otro rasgo distintivo de las recuperadas es su relación con la comunidad. El 35 por ciento alberga eventos culturales y otro tanto actividades educativas. Por otro lado el 30 por ciento hace donaciones y un 24 por ciento colabora con organizaciones del barrio.

miércoles, 2 de mayo de 2012


Hicimos el Encuentro de Cooperativas y Emprendimientos Productivos Autogestionados

El sábado 3 de diciembre de 2011, en la Universidad de los Trabajadores/es – IMPA, realizamos el Encuentro de Cooperativas y Emprendimientos Productivos Autogestionados. Concurrieron alrededor de 20 cooperativas y emprendimientos productivos, algunas provenientes de Rosario y Neuquén. Nos pone muy contentos a ver dado este paso en la pretensión de encuentros periódicos entre cooperativas y emprendimientos productivos autogestionados que aporten a la organización desde abajo.

El Encuentro de Cooperativas y Emprendimientos Productivos Autogestionados fue un paso importante para avanzar en romper con la dispersión de nuestras iniciativas y establecer espacios sinceros de debate y discusión. El encuentro tuvo varios momentos. 
Por la mañana, distintos compañeros/as expusieron sobre la historia de cooperativismo y la situación de los trabajadores/es hoy y el problema de la precarización laboral. Bajo este marco, luego otros compañeros/as comentaron los desafíos, obstáculos y límites de las empresas recuperadas, las cooperativas del Programa Argentina Trabaja y los proyectos productivos autogestionados. Aquí, conversamos sobre la experiencia de la AGTCAP (Asociación Gremial de Trabajadores/as Cooperativos Autogestionados Precarizados) y su potencialidad para albergar y organizar trayectorias de diverso tipo.

Por la tarde, nos dividimos en 3 talleres de trabajo: a) Precarización laboral; b) Organización del Trabajo sin patrón; c) Relación Universidad y emprendimientos productivos autogestionados. En cada uno, se contaron las experiencias en curso y se buscó articular acciones para potenciar los caminos de lucha y organización por abajo ante los variados problemas.

Por último, a modo de cierre, del encuentro debatimos en Plenario sobre el para qué de nuestros emprendimientos. Aquí discutimos sobre las distintas experiencias, sus posibilidades y límites de articulación, como por ejemplo, desde cooperativas dedicas a productos comestibles hasta empresas recuperadas de gran tamaño.

Agradecemos a todos/as los que se acercaron al encuentro, a los que avisaron que no podían venir pero que están interesados en el próximo, a los cooperativas y empresas recuperadas que se acercaron, a la Universidad de los Trabajadores/as - IMPA. Esperamos el próximo año poder realizar el Encuentro Nacional de Cooperativas y Emprendimientos productivos Autogestionados. Hacia allá vamos.

Algunos de los Colectivos, cooperativas, emprendimientos productivos autogestionados y empresas recuperados que vinieron al Encuentro fueron: 
  • Asociación Civil Incluir
  • Programa Facultad Abierta – Filosofía y Letras
  • Cooperativa La Taba
  • Sattva
  • Pichangu
  • Movimiento de Inquilino (MOI)
  • Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE)
  • Cooperativa Unidos por el Calzado
  • Cooperativa el Zócalo
  • Cooperativa Puente del Sur
  • Cooperativa La Barbarie
  • Cooperativa Chamical
  • Cooperativa de Comunicación Huerquen
  • Cooperativa de Trabajo Iriarte Verde
  • Cooperativa Cae Babylon
  • Cooperativas del Frente de Organización en Lucha (FOL)
  • Cooperativas del Frente Popular Darío Santillán

 

MEMORIAS DE LOS TALLERES DEL ENCUENTRO

 

Taller “Vinculo Universidad – Emprendimientos Autogestionados”.


Las cooperativas y emprendimientos autogestionados identificados como espacios de acción colectiva permiten problematizar “el mundo del Trabajo” en conjunto con lo técnico/ productivo y replantear las relaciones laborales para superar las formas mercantilistas. Estos espacios se vuelven indispensables para la construcción de organizaciones productivas que trasciendan la lógica del capital revaloricen el trabajo del hombre y reformulen la relación del hombre con la naturaleza.

Los ámbitos académicos encuentran demasiadas limitaciones en la construcción de prácticas que no “extiendan” las relaciones de dominación/opresión existentes en la universidad. Asimismo cabe preguntarse, en qué medida las herramientas y técnicas de producción y gestión desarrolladas e impulsadas dentro del sistema actual de producción de bienes, pueden llegar a ser aplicables en estos proyectos. En este sentido resulta indispensable disputar en la facultad la necesidad de formarnos en las prácticas colectivas.

El taller de “Vinculo Universidad – Emprendimientos Autogestionados” realizado en el Encuentro funcionó como espacio para compartir las experiencias existentes en tanto coproducción de conocimiento, así como para desarrollar y discutir los vínculos entre las cooperativas y los ámbitos académicos.

Exposición de las Experiencias:
  • Video de Praxis.
  • Formación de Jóvenes en Herrería (FOL) – Viejo Topo.
  • Taller Quilmes (Empresa Recuperada) – Partida Doble.
  • Bloqueras – EPA.
  • Facultad Abierta – Empresas Recuperadas.
  • La Red Tacurú – Articulación de Emprendimientos productivos.
  • Colectivo desde el Pie – Problemáticas Socio-ambientales.

Como resultado de la reflexión realizada a partir de los distintos proyectos surgieron varios ejes de discusión:
  • Dificultades para incorporarnos como profesionales rompiendo la dicotomía entre militancia y fuente trabajo autogestionado.
  • Necesidad de conectar las disciplinas en la construcción colectiva superando los ámbitos de conocimiento fragmentado.
  • Dificultad para el reconocimiento de estas experiencias en los ámbitos académicos.
  • Necesidad de sociabilizar el conocimiento para no seguir reproduciendo formas verticales y de monopolio del conocimiento.
  • Superar las formas mercantilistas que tenemos internalizadas a la hora de intervenir en una praxis de coproducción.



Taller organización del trabajo sin patrón


Participaron del taller: Cooperativa Puente del sur-Cooperativa Cae Babylon- ONG Incluir- Coop. La Barbarie-Universidad de los Trabajadores-Coop Iriarte Verde- Productivos del FOL- Cooperativa gastronómica de Rosario -estudiantes, docentes y profesionales UBA y UNLA, entre otros.

A partir de dos experiencias concretas, taller de costura del FOL (Frente de Organizaciones en Lucha), Cooperativa de comercialización Puente del Sur, y del estudio por parte de la ONG Incluir de diferentes experiencias, se abriría el debate para indagar en las particularidades de la organización del trabajo sin patrón.

Los talleres de costura del FOL realizan guardapolvos que se comercializan al Estado a través de un programa del Ministerio de Desarrollo Social. En la presentación de la experiencia de los talleres, los compañeros/ras plantearon como las cuestiones organizativas son problemas a resolver entre todos en el taller o cuadrilla. Como por ejemplo el salario, la planificación de la producción, el autocontrol en la productividad de cada compañero. Es entonces la práctica misma en donde se va adquiriendo conocimiento. Aparece como fundamental la participación en la toma de decisiones. Esto cambia la forma de relacionarse entre compañeros de trabajo.

La necesidad de encarar desde el trabajo una línea de producción basada en la solidaridad y adquirir conciencia sobre la importancia de la organización sin patrón; siendo este un trabajo de formación que se hace en paralelo.

Surge también como algo primordial y característico de estas formas de organización la capacitación entre compañeros para trasladar el conocimiento. Y en relación a esto, como problemática particular, la deserción de compañeros que después de capacitarse se van a trabajar a otros lugares, incluso en talleres clandestinos.

La Cooperativa Puente del Sur es una cooperativa de comercialización que tiene una llegada a 1000 consumidores y cuenta con más de 200 productos de Cooperativa, fábricas recuperadas, productivos de Movimientos Sociales, etc.

En cuanto a su forma de organización del trabajo cuentan que tienen instancias de tomas de decisiones en forma colectiva en una asamblea semanal. Hay roles y división de tareas, sin embargo intentan que todos conozcan las tareas de todos, incluso pueden realizar rotación en las tareas.

En su experiencia destacan cómo determinados elementos subjetivos atraviesan la forma de organización; el reconocimiento de los egoísmos, prejuicios y la posibilidad que dan los procesos colectivos de superarlos en pos de la construcción de otro tipo de trabajo y de relaciones de trabajo.

En cuanto a la posibilidad de que el proyecto sea sostenible económicamente y sea realmente una alternativa de trabajo se proponen que el producto llegue al consumidor a un precio que represente las horas de trabajo y que a la vez sea accesible.

El excedente queda en un fondo que se utiliza según las necesidades, para incorporar nuevos productos, mejorar stock, o incorporar nuevos compañeros.

INCLUIR es una ONG que desde el 2003 realiza tareas de investigación y producción de materiales de difusión.

Han realizado un relevamiento de casi 100 experiencias de productivos y formas de autogestión.

El objetivo de este relevamiento es indagar sobre el aprendizaje de la autogestión, qué herramientas, qué se hace para que los trabajadores cambien y se adopten nuevas formas dentro de una organización laboral sin patrón.

Comparación de los dispositivos entre las empresas capitalistas privadas y las formas autogestionadas.

Aparecen como un aspecto central en la organización sin patrón el Compromiso y autocontrol. La Disciplina.

En cuanto a algunas experiencias de fábricas recuperadas, la necesidad de sostener el trabajo a veces dificulta la posibilidad de aplicar dispositivos de la autogestión.

En el intercambio de experiencias y en el debate entre los participantes surge como cuestión central la comercialización. La venta al estado, la venta dentro del mercado, la creación de un mercado alternativo.

Los desafíos que se nos presentan al reorganizarnos; las diferencias que se presentan según el sector de la clase que se organiza, por ej. el sector desocupado donde hay familias que son víctimas de décadas de desempleo estructural. Sin embargo, se reconocen problemas propios de la organización del trabajo sin patrón que atraviesan a Fábricas Recuperadas, Cooperativas, Productivos de Organizaciones Sociales, etc.

El desafío de enmarcar estos proyectos en un proyecto político más amplio.

 

Taller de Precarización Laboral


Una compañera del Taller de Estudios Laborales (TEL)* coordinó el tratamiento de la precarización laboral en emprendimientos productivos y cooperativas autogestionadas. El taller comenzó con una presentación de cada uno/a, diciendo nombre, lugar y situación laboral (identificando alguna forma de precarización) y, por caso, organización. En el taller éramos alrededor de 20 personas.

Luego, la compañera del TEL hizo una presentación general sobre la problemática de la precarización. Planteó que, en los últimos años, en el marco del neoliberalismo, el avance del Capital sobre el trabajo fue muy fuerte. Entre otras consecuencias para los trabajadores/as señaló: flexibilización laboral y fragmentación. En este sentido, marcó que si bien las cooperativas autogestionadas y empresas recuperadas han sido dignas salidas de los trabajadores/as ante el aumento de la desocupación y ricas experiencias de organización de nuestra clase, es preciso inscribirlas en un marco general de precarización laboral. Más aún, en muchos casos, la figura de cooperativa es utilizada por el capital para avanzar en la precarización del trabajo.

La compañera del TEL impulsó el debate, identificando, a partir de la ronda de presentación, las distintas maneras de precarización que sufrimos. En este punto, se marcó la importancia de siempre tener presente los derechos que nos corresponden, dado que es tan profundo el avance del capital que solemos naturalizar condiciones precarias de trabajo. También se habló que la estabilidad laboral no remite sólo al salario sino también a las condiciones de producción en general. Aquí se marcaron los enormes problemas y los peligros que nuestro trabajo autogestionado sufre diariamente al no estar, en muchos casos, bajo algún tipo de cobertura. De conjunto, se planteo la necesidad de divisar al Estado como figura a demandar y reclamar por nuestros derechos.

Se conversó que los emprendimientos productivos autogestionados, además de buscar resolver el problema del empleo (aunque sea de un modo parcial), deben apuntar a la construcción de poder popular desde abajo; a prefigurar (a anticipar) el cambio social. Así se consideró fundamental, los esfuerzos por encontrar formas de producción alternativas a la lógica burguesa (aunque más no sea parcialmente debido a que la ley del capital todo lo rige) como también articular las luchas. Si las cooperativas autogestionadas son una respuesta al problema del desempleo, nunca deben perder de vista su inscripción en un marco de fragmentación de la clase trabajadora. Así, se debatió sobre las posibilidades de articular luchas de las cooperativas con luchas de otros sectores de la clase. Se dieron, distintos ejemplos, como la experiencia de la AGTCAP (Asociación Gremial de Trabajadorxs cooperativxs autogestivxs y Precarizadxs que agrupa, entre otros, a trabajadores/as del Programa Argentina Trabaja). Esta asociación junto a ciertas direcciones de ATE (en particular, ATE Sur) lograron unirse para demandar mejoras en las condiciones laborales. También se dio el ejemplo de Zanon que cuenta con capacidad para solidarizarse material y simbólicamente con muchas de las luchas en el país. A otro nivel se comentaron experiencias de cooperativas de comida que ante un conflicto o paro a determinada empresa, en sus entregas adjuntaban un volante explicando dicha lucha y manifestando su solidaridad. En fin, distintas estrategias para abonar la unidad de nuestra clase en lucha por nuestros derechos.

Obviamente, una y otra vez, a lo largo del taller se reparó que en el fondo de todos nuestros problemas está la lógica del Capital operando, por lo que mientras avanzamos en organizarnos y reclamar nuestros derechos, no se debe perder de vista el objetivo de parir y construir una sociedad sobre nuevas bases sin explotación, ni opresión.

* El TEL es una institución científica y educativa independiente, que desde 1990 produce conocimiento, formación, y otros recursos destinados a elevar la capacidad y calidad de intervención de los trabajadores/as y sus organizaciones en las relaciones laborales y la negociación colectiva, a nivel de la empresa y la sociedad.